viernes, 24 de junio de 2011

Apuntes para el Balance de la Campaña Electoral 2011

Andrés Villar Narro

Concluido definitivamente el proceso electoral presidencial, habiéndose entregado las credenciales al nuevo presidente y vicepresidentes electos, no puedo enmudecer mis ansias de compartir algunas ideas sobre la campaña electoral que terminó.

La recurrente desazón.

Contribuir a la catarsis hepática permanente de no contar con una sociedad peruana responsable ciudadanamente, el paso a la segunda vuelta electoral de Fuerza 2011 como propuesta política, y el triunfo de Gana Perú en segunda vuelta por el repudio de muchos peruanos al Fujimorismo, nos evidencia una vez más, que los peruanos no elegimos a nuestros representantes por el programa político que nos puedan ofrecer, sino por el carisma o el temor que en esa coyuntura se pueda presentar.

Lo justo.

Las agrupaciones Gana Perú y Fuerza 2011, han sido las organizaciones políticas con mayor activismo y por ende con mayor organización. Gana Perú, es el resultado de una alianza política ideada por Carlos Tapia en el año 2006 sobre las base del Partido Nacionalista y de la figura de su líder Ollanta Humala, segunda fuerza electoral de ese año; Fuerza 2011, es la edición presente de Cambio 90, Nueva Mayoría, Vamos Vecinos, Perú 2000, Solución Popular, Alianza para el Futuro y varias organizaciones regionales que como Fujimoristas desde la década del 90 no perdieron su activismo e identificación. Con estas dos organizaciones compitieron; Perú Posible, cuyo activismo resurgió el último año de la campaña con la llegada de su líder; Alianza para el Gran Cambio, significó la alianza de varias agrupaciones con trajín político previo, pero que empezó la campaña casi con las fecha de inscripción de las candidaturas; Solidaridad Nacional, construyó una organización medianamente sólida desde hace varios años, considero es la razón de haber obtenido una representación parlamentaria, pero con mayor activismo en lima y serias dificultades en provincias.

Los mejores amigos.

Para afrontar la segunda vuelta sin duda se tenían que mostrar gestos de apertura y de tener la posibilidad de una mayor convocatoria, ambas candidaturas empezaron a identificar las mejores figuras para acompañarlos. Frente el paso inicial de Gana Perú, de lograr un pronunciamiento público suscrito por importantes personalidades de ámbitos académicos, gremiales, religiosos, activistas diversos (1-0), seguido del apoyo público de representaciones políticas como el Partido Humanista, Acción Popular, y organizaciones Regionales (2-0), finalizó ésta etapa con el apoyo del premio nobel Mario Vargas Llosa (3-0); Fuerza 2011, consiguió el apoyo por gravedad debido al encono público con Vargas Llosa, de Hernando de Soto (3-1). Sin embargo, era necesaria una mayor convocatoria para el remate de la campaña, Fuerza 2011 presentó como apoyo a PPK, Luis Castañeda, Maria Reymer, el Puma Carranza, entre otros (3-2), Ollanta Humala presentó a Alejandro Toledo, quien reconoció su derrota en primera vuelta asumiendo que la mayoría de país desea desarrollo económico pero con distribución equitativa (4-2).

Amor Serrano: El Idiota.

Confieso alguna vez haber tenido cierta simpatía por Máximo San Román, por su emprendedurismo provinciano y su éxito empresarial; sin embargo, su figura política se llevó el título del presente párrafo, vicepresidente expulsado del gobierno de los Fujimori en los noventas, vejado en su inteligencia por el gurú del Fujimorismo, refiriéndolo como el personaje con el que en las reuniones políticas sólo era necesario para servir el café; declaró abiertamente en segunda vuelta su apoyo a Fuerza 2011, creo no existe el término más benigno para él y su torpe participación con los Fujimori.

El ganador.

Gana Perú; su apertura hacia la concertación, sus muestras de cimentación del consenso para construir un nuevo país, su propuesta de desarrollo económico y distribución equitativa, centrado en lo que a mi parecer era el mejor plan de gobierno presentado ante el Jurado, logró alcanzar la representación parlamentaria más significativa y de buen nivel técnico; y la Presidencia de la República, candidatura que conjugo a un candidato conocedor del escenario como Ollanta Humala, una representante de los fundadores del Partido Nacionalista, y a un reconocido profesional del derecho, además de ostentar credenciales reconocidas de lucha contra la corrupción. Gana Perú, alcanzó el triunfo electoral empezando la última etapa de la campaña en el quinto lugar de las preferencias, lo que demuestra que ejecutó una estrategia impecable. Fuerza 2011, no logró desligarse del pasado y de lo que significó el Gobierno del padre de los Fujimori, costándole la derrota.

El peligroso futuro.

Keiko Fujimori nos dejó la presencia de una candidata muy bien presentada, más allá de nuestra discrepancia con las propuestas asistencialistas de su plan de gobierno; creo que fue una extraordinaria presentación, técnica cuando tuvo que serlo, enérgica cuando lo necesitó y sensible cuando la platea lo requería; peligros futuro para el país, pues será una de las grandes animadoras del proceso electoral del año 2016, delicado pues ello nos llevaría nuevamente a dejar de lado el proyecto país para retornar al pasado, al quebrantamiento de la democracia, a la vulneración de los derechos fundamentales, a la pérdida de la libertad de opinión y expresión, y al segundo imperio de los Fujimori en el Perú.

Finalmente creo que fue una campaña que en primer lugar, extiende algunos mitos urbanos: el alcalde lima no es presidente del Perú, el que empieza primero en las encuestas no es el que gana la elección; en segundo lugar, deja un importante desafío para Gana Perú, tiene la responsabilidad de cumplir sus propuestas de campaña y reedificar a nuestro Estado, hacer un gobierno de respeto a los derechos humanos, de crecimiento económico y justicia social, eso será gobernar para los que votaron por ellos.