Mcs.
Víctor Andrés Villar Narro
El
Contexto Nacional y Regional.
Entre los países de américa
latina, el Perú destaca en la última década por la velocidad de su crecimiento
económico. Desde 2001, nuestro país presenta un continuo incremento del
producto bruto interno (PBI) y el riesgo país se ha ido reduciendo
progresivamente. Ello ha ocasionado que sea atractivo para las inversiones
privadas internacionales, lo que ha dado un impulso adicional al crecimiento[1].
De conformidad con los
indicadores que publica periódicamente el Banco Central de Reserva, en el mes
de agosto del presente año el PBI nacional aumentó en 6.3%, lo que nos lleva a
concluir que la estabilidad económica tiene un crecimiento sostenido y el país
mantiene un escenario de estabilidad macroeconómica proclive a las inversiones.
De conformidad con el Plan
de Desarrollo Concertado Regional Cajamarca 2021, Cajamarca es un destino
turístico para el mercado nacional. Información que concordada con los
indicadores económicos presentados nos muestra un mercado alentador para que
los turistas de todo el Perú identifiquen como destino a Cajamarca.
Cajamarca en el periodo
2001-2009 ha tenido un crecimiento económico acumulado de 39%. Los sectores económico
– productivos que más crecieron en este periodo son construcción, pesca, servicios gubernamentales, transporte y
comunicaciones, restaurantes y hoteles; y otros servicios.
Ningún sector decrece, y es
interesante constatar que el sector minero, el de mayor importancia relativa en
el valor agregado Cajamarquino, es el que exhibe el crecimiento mas bajo del
periodo (17%). La consecuencia es que decreció esa importancia relativa: de 31%
en el 2001, pasó a 26% en el 2009[2].
Los dos sectores que más
aportan al PBI regional son el sector minero y el agrario, en el segundo, sobre
todo el relacionado a la agricultura de exportación de las provincias del norte
del departamento.
Estos aumentos del valor
agregado podrían explicarse por el incremento de la productividad pero no en el
incremento de empleo, ya que el crecimiento en empleo se da básicamente en la
contratación a plazo determinado y bajo modalidad, y no en el de plazo
indeterminado.
En confrontación con los
indicadores económicos alentadores, sólo el 36% de las viviendas de Cajamarca
cuenta con un sistema de abastecimiento de agua dentro de la vivienda, El 57.9%
posee algún tipo de abastecimiento de agua potable, ubicándose por debajo de
los promedios nacionales (54.8% y 67.5%, respectivamente).
El 22,9% de las viviendas
cuenta con red pública de desagüe dentro de la vivienda, y el 77.2% con algún
sistema de eliminación de desechos.
Según el CETRUM y el Consejo
Nacional de Competitividad, al 2008, Cajamarca se ubica en el lugar 19 en
infraestructura productiva y social, en el 21 en educación, en el 22 en
innovación tecnológica, y en el puesto 23 en clima de negocios. Cajamarca presenta una de las tazas más altas
en desnutrición crónica (39.8%), el índice de analfabetismo es del 17.1%. Once
de las trece provincias muestran niveles de pobreza mayores al 50%; en general
el 56% de la población de Cajamarca vive en situación de pobreza, superando el
promedio nacional que es de 34.8%[3].
El análisis de los procesos
estudiados en Cajamarca se acerca a la clasificación de territorio tipo II que
Berdegué y Schejtman (2004) definen como un territorio con una economía en
crecimiento, con actores insertados en mercados dinámicos, pero con
características de fragmentación, debilidad institucional y exclusión social.
Su crecimiento es más excluyente que incluyente, precisamente por que sus
coaliciones políticas y la búsqueda de acuerdos no logran resolver temas
críticos de los cuales depende un desarrollo inclusivo, como por ejemplo, la
formación de capital humano desde los niveles básicos hasta el nivel superior,
o la provisión de infraestructura que contrarreste la fragmentación[4].
Los Conflictos
sociales.
Cajamarca es considerada en
la actualidad como uno de los departamentos más conflictivos del país; de
conformidad con el informe mensual de septiembre de la Defensoría del Pueblo,
ocupamos uno de los departamentos con mayor incidencia de conflictos, los mismos
que se presentan de acuerdo al siguiente detalle: Asuntos por Gobierno Local: 1
latente; Social Ambiental: 9 activos, Demarcación Territorial: 1 latente,
Laboral: 1 latente, Otros: 2 activos ,1 latente.
El
desafío de la Gobernabilidad.
En este escenario de crecimiento
económico fragmentado, con debilidad institucional, exclusión y conflictos
sociales, es necesario establecer mecanismos de participación para la
planificación concertada de un proyecto común de desarrollo regional.
Este proceso involucra el
cambio de nuestra cultura democrática, para generar espacios de gobernabilidad.
Promover el entendimiento de la sociedad con las diferentes instancias
gubernamentales, institucionalizando ello como el ejercicio normal del gobierno
que promueve la participación de los ciudadanos y ciudadanas.
Es decir, la generación de
un espacio territorial gobernable, es el requisito esencial para la generación
de políticas para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y
ciudadanas.
El Gobierno Regional tiene el
desafío de asumir el rol de fortalecer la capacidad de formular e implementar
políticas públicas. Este esfuerzo por concertar, tiene como objetivo mejorar
las condiciones de vida de los ciudadanos, y con ello reducir los indicadores
de pobreza. La pobreza se reduce generando riqueza, para ello hay que generar
competitividad y empleo.
La competitividad es el
conjunto de aptitudes y actitudes que desarrollan personas, que usan una
infraestructura en medio de un buen clima para los negocios, que les permite prevalecer
sobre sus antagonistas nacionales y extranjeros mediante productos y/o
servicios superiores (Plan Regional de Competitividad. Pp 203).
La competitividad no es
parte del destino afortunado de algunas personas, es el resultado de un
conjunto de decisiones, que no se van a presentar en un escenario de conflictos
sociales.
Pro otro lado, ninguna actividad
económica estratégica es competitiva en un escenario de conflicto, tenemos que
aprovechar el conflicto para generar espacios de dialogo respecto a las
acciones a realizar en el futuro.
La competitividad tiene como
protagonistas al gobierno, al empresario, a los gremios, la sociedad civil, a
las instituciones educativas.
El Plan Regional de
Competitividad aprobado en el año 2005, establece como una de las actividades
económicas estratégicas al Turismo. Lo que significa que Cajamarca es un
territorio potencial para el desarrollo del mismo; sin embargo, a pesar del
tiempo transcurrido, a la fecha tenemos una agenda pendiente, ya que los
resultados nos demuestran que el Plan Estratégico Regional de Turismo de
Cajamarca 2006 -2015, promovido por el Dirección Regional de Turismo y Comercio
Exterior, no ha tenido los resultados que se esperaban.
Tengo la impresión, por las
acciones que se desarrollan en la región, y este evento es ejemplo de ello, que
actores como los empresarios, los gremios del sector, la sociedad civil, y las
instituciones educativas, están demostrando esfuerzos para promover el Turismo
como una actividad que genere competitividad
y empleo.
Desafortunadamente este
esfuerzo parece no haber tenido el mismo eco en el Gobierno Regional de
Cajamarca, pues en el Plan Regional de Desarrollo Concertado Cajamarca 2021, el
Turismo ha sido insertado dentro del Eje Económico, en la política 1):
competitividad territorial, sostenible y descentralizada; en el objetivo
específico 1): desarrollo competitivo de cadenas de valor: agricultura, turismo
y minería, estableciéndose como meta a desarrollar impulsar la gestión
empresarial de las cadenas de valor de los servicios turísticos, gestionando
eficientemente el Plan Regional de Turismo, con el objeto de consolidar el
destino turístico departamental.
Esta política no tiene rasgos
de un futuro mejor, pues en el presupuesto para el año 2013 presentado al
Ministerio de Economía para su aprobación, el Gobierno Regional de Cajamarca en
el sector turismo solo ha considerado el proyecto: Mejoramiento de la Gestión
Turística Sostenible en el ámbito rural de Cutervo, Distrito de Santo Domingo
de La Capilla - Cutervo – Cajamarca, por un monto de Doscientos Mil Soles, de
un presupuesto total de inversiones de más de ciento dos millones de soles.
Con este contexto es urgente
actualizar o reditar el Plan Regional del Turismo, evaluando los aciertos y
desaciertos presentados, y reformularlo, involucrar al Gobierno Regional y a
los Gobiernos Locales, estableciendo un documento de planificación con
responsabilidades compartidas entre todos los protagonistas.
El Nuevo Plan Regional del
Turismo, considero, debe encaminar esfuerzos en: fortalecer la
institucionalidad con políticas públicas precisas y recursos económicos
suficientes (órganos y organismos administrativos responsables de le ejecución
y monitoreo del plan), inversiones (habilitación turística, construcción de
vías de acceso), promover el desarrollo del mercado turístico (vincularse a
otros mercados), innovación y tecnología (cellos de calidad, marcas
colectivas); y, fortalecer el capital humano, promover el esfuerzo de las
instituciones educativas superiores de educación técnica o universitaria que
desarrollan carreras profesionales vinculadas al turismo.
[1]
BARRANTES Roxana, CUENCA Ricardo, MOREL Jorge (2012) “Las Posibilidades del Desarrollo Inclusivo: Dos historias
regionales”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima. Pp 21.
[2] Idem. Pp
151.
[3]
CEDEPAS NORTE (2012). Minería y
Desarrollo en Cajamarca. En Suplemento especial CEDEPAS NORTE 28 años.
Grupo La República.
[4]
BARRANTES Roxana, CUENCA Ricardo, MOREL Jorge (2012) “Las Posibilidades del Desarrollo Inclusivo: Dos historias
regionales”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima. Pp 202